sábado, 7 de marzo de 2015

JESÚS EXPULSA LOS MERCADERES DEL TEMPLO (Jn 2, 13-25)

Siempre me ha gustado este evangelio, porque hace más “humano” a Jesús. Cuando pienso en Jesús me viene a la cabeza una persona llena de amor y bondad, reflexiva, tranquila,… Una persona ejemplar. Pero cuando se enfada por la injusticia, incluso me atrevería a decir, que pierde los papeles, lo hace más cercano. Porque ¿quién no se enoja ante las injusticias de la vida?

Jesús nos dice que no perdamos el significado del templo de Dios, una casa de todos para rezar, para compartir, para ayudar, para amar,… Y lo convirtamos en un “mercado”,… Busca en nosotros la espiritualidad que llevamos dentro, porque en nuestro corazón, también está la casa de Dios, sin la necesidad de un templo físico. Llenémoslo de espiritualidad y amor.

Hoy es el día de la mujer trabajadora. Jesús fue un gran defensor de la mujer en su tiempo. En la vida de Jesús había mujeres importantes y tomaban un papel importante, para la época que se vivía.
 
Todavía en el siglo XXI no hemos conseguido la igualdad de la mujer. La estructura de la Iglesia margina a la mujer, a nivel laboral hoy y aquí la mujer está marginada, y en otros países los abusos contra la mujer son innumerables… Jesús se indigna ante esta sinrazón, y nos empuja a luchar contra ella.

A.A.

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