domingo, 3 de noviembre de 2013

ZAQUEO, EL RECAUDADOR DE IMPUESTOS (Lc 19,1-10)

Desde niños hemos escuchado el evangelio de Zaqueo, hemos reflexionado sobre que nos quería decir Jesús en él,… además si nos metemos en google y buscamos comentarios de Zaqueo encontramos muchos resultados escritos por religiosos y laicos. Por todo esto, la pregunta que me hago es: ¿qué me dice a mi HOY el evangelio de Zaqueo?

Me viene a la cabeza un musical que vi la semana pasada con mis hijas, cuyo título era “Otro gran teatro del mundo”. La obra nos contaba que cada uno tenemos un personaje en el mundo que nos ha tocado, uno le ha tocado el rico, otro el pobre,… Y cada uno actuamos en este mundo siguiendo el guión que nos toca sin salirnos, sea justo o no. Entonces aparece el personaje de una niña que se llama Alma, que cambia el pensamiento de los actores del mundo. Así descubren que aunque les haya tocado un personaje en el mundo pueden cambiar su guión y así entre todos cambiar el mundo a un mundo mejor.

Y pensareis: ¿qué tiene que ver esto con Zaqueo? Yo creo que mucho. Era un publicano, jefe de recaudadores y muy rico, por esta razón era odiado, los recaudadores trabajaban para los romanos y además pedían más dinero del que los romanos exigían haciéndose de esta manera ricos fácilmente. A Zaqueo le toco ser recaudador de impuestos, y cumplía su papel sin cuestionar y además si podía se quedaba con dinero,… (a pesar de haber pasado casi 2000 años, hoy seguimos haciendo lo mismo). 

Pero apareció Jesús, y esta presencia da un vuelco en el corazón de Zaqueo y le hace cambiar. Creo que nosotros en el fondo somos como Zaqueo, estamos acomodados en nuestro personaje de este mundo y seguimos nuestro guión sin cuestionar. Jesús nos invita a cambiar, se aloja en nuestro corazón para darnos valor y fuerza para que no nos conformemos, para que quitemos la pereza, y hacernos ver que podemos improvisar y salirnos del guión de la vida sin importar lo que piensen los demás, así entre todos hacer un mundo mejor, construir el Reino de Dios.
 
A.A.

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