Si pienso en una palabra que me viene a la cabeza cuando escucho este evangelio, esa es “humildad”.
Posiblemente si Jesús insiste tanto, es porque muchas veces nos puede el orgullo. Nos quejamos, al igual que denunciaba Jesús, de la prepotencia de muchos gobernantes, o dirigentes de la Iglesia, pero nos cuesta más darnos cuenta de cuándo nosotros actuamos también de la misma manera, alguna vez puede que como respuesta hacia una actitud prepotente...concretamente ahora me vendrían a la memoria más de un conflicto político, o incluso dentro de nuestra Iglesia, alguno que haya surgido en nuestra zona, en nuestra diócesis,…
Sin embargo, que veamos este tipo de actitudes en otros no debería hacer que nos comportemos de la misma manera, sino al contrario...Desde la humildad seguro que podremos construir mucho más...
S. F.
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