La existencia de oscuras tinieblas en el fondo es lo que hace aumentar el brillo de la luz. Luz y tinieblas conviven en unidad, de la misma manera que pueden coexistir debilidad y fortaleza. Todos hemos podido experimentar que cuando la Vida nos plantea situaciones difíciles ante las que nos sentimos débiles, también nos ofrece la posibilidad de sacar fuerzas de flaqueza para hacer frente a esas situaciones y, si aceptamos el reto, acabamos fortalecidos y más capaces de salir adelante en este mundo tenebroso.
Estos días vemos la imagen de la debilidad en un niño que nació en Belén, nació necesitado de calor, alimento, afecto…, como todo ser humano. Este niño fue llamado “Dios con nosotros”, creció y comprendió quien era, lo era Todo y ya no necesitaba nada. Todos los días tenemos la oportunidad de darnos cuenta de quiénes somos y de sufrir menos en esta vida porque deseamos algo que nos falta, pero ¿realmente necesitamos eso que deseamos?
Hace unos 2000 años en Belén también había crisis, enfermedad, inmigración y otras penurias, sin embargo llegó la esperanza en forma de un niño que fue capaz de brillar con luz propia e iluminar sus alrededores. Esa luz fue transformadora en su entorno y ha seguido extendiéndose y llegado hasta nuestros días, de tal manera que hoy, día de Navidad, la luz renace. Por eso, aunque haya que crecer entre las tinieblas de una sociedad de consumo desmedido, apegos, incomprensión, violencia, prejuicios, intolerancia… , el Gozo de la Vida sigue reproduciéndose en cada persona.
Estos días vemos la imagen de la debilidad en un niño que nació en Belén, nació necesitado de calor, alimento, afecto…, como todo ser humano. Este niño fue llamado “Dios con nosotros”, creció y comprendió quien era, lo era Todo y ya no necesitaba nada. Todos los días tenemos la oportunidad de darnos cuenta de quiénes somos y de sufrir menos en esta vida porque deseamos algo que nos falta, pero ¿realmente necesitamos eso que deseamos?
Hace unos 2000 años en Belén también había crisis, enfermedad, inmigración y otras penurias, sin embargo llegó la esperanza en forma de un niño que fue capaz de brillar con luz propia e iluminar sus alrededores. Esa luz fue transformadora en su entorno y ha seguido extendiéndose y llegado hasta nuestros días, de tal manera que hoy, día de Navidad, la luz renace. Por eso, aunque haya que crecer entre las tinieblas de una sociedad de consumo desmedido, apegos, incomprensión, violencia, prejuicios, intolerancia… , el Gozo de la Vida sigue reproduciéndose en cada persona.
EGUBERRI ZORIONTSUA eta URTE BERRI ON
FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO
I.O.I