domingo, 27 de noviembre de 2016

ATENTOS Y DESPIERTOS (Mt 24, 37-44)

Llega el Adviento. Hoy celebramos el primer domingo de Adviento, del tiempo de espera y preparación para la venida de Jesús.

El Evangelio de hoy es una llamada para estar atentos. Sabemos que en todo momento debemos estar dispuestos, atentos y viviendo los valores del Evangelio cada día pero es fácil que caigamos en la relajación, en el preocuparme por mi primero en vez de por el que está a mi lado, y perdemos de vista el mandato de amor de Jesús.

Por eso es bienvenido el Adviento, porque es un tiempo nuevo, aire fresco para renovar el espíritu y las ganas de caminar entre la indiferencia general. Se tiene que notar una nueva esperanza en nosotros, la promesa de la Buena Noticia la debemos hacer realidad en nuestra vida, en nuestra actitud con los demás, en nuestro vivir como cristianos, ejemplo del amor de Dios.

Estemos atentos y despiertos porque el Señor llega y no avisa, ¡que no nos pille despistados!

domingo, 20 de noviembre de 2016

ESCUCHA (Lc 23,35 43)

En la soledad, sólo, reafirmándose en sus convicciones, las que, sin ninguna duda dan sentido a la vida, o como en el caso de Jesús, también a la muerte. Pero las creencias, los ideales, por sí solos, no son suficientes. Necesitamos que los que nos rodean, o a los que rodeamos, den valor a lo que pensamos o demos valor a lo que piensan. Y desde la escucha a los demás, se construye el diálogo, " los cimientos de cualquier ...........".
 
Por eso, Jesús siempre se nos muestra cómo persona que supo escuchar tanto a los más humildes, como a los poderosos. Jesús escuchó y luego quiso hacerse entender, pero sólo los más valientes escucharon como el escuchó y quisieron entenderle cómo él les entendió. Ese es nuestro reto, que nuestra fe, no sea nuestra, sea una fe compartida, que atraiga desde la escucha, que tenga afán por entender y energía para hacerse entender.

ATZOKOAK-Krispin

jueves, 10 de noviembre de 2016

PERSEVERANCIA Y CONFIANZA FRENTE A LOS DESASTRES (Lc 21,5-19)

Al leer por primera vez y superficialmente la lectura de hoy la sensación fue de miedo, la siguiente vez encontré las palabras de esperanza y ánimo para afrontar las situaciones negativas: "Que nadie os engañe, no vayáis tras ellos, no tengáis pánico, el final no vendrá enseguida. Así tendréis ocasión de
dar testimonio... porque yo os daré palabras y sabiduría. Ni un cabello de vuestra cabeza perecerá, con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas."
 
Frente a lo negativo, la destrucción y el miedo, Jesús nos ofrece esperanza. Frente al futuro negro que hoy también nos acecha, con perseverancia y valores superaremos los desastres y destrucción. Así que me quedo con que tengamos confianza y valor para superar lo que nos depare.

M.L.

domingo, 6 de noviembre de 2016

RESURRECCION - UN CANTO A LA VIDA - (Lc 20, 27-38)

Lo que más me llama la atención del texto es la simpleza del planteamiento de los saduceos - una mujer que hubiera enviudado varias veces en vida, cuando muera y resucite, de cuál de todos sus maridos será esposa...-.
 
Ante todo hay que entender quiénes eran estos señores: miembros de la clase alta judía, mitad sacerdotes, mitad políticos, que colaboraban con los pueblos conquistadores, ya fueran griegos o romanos, adoptando sus costumbres, con el fin de mantener sus privilegios. No creían en la resurrección y de ahí su planteamiento.

Hechas las presentaciones, y leyendo el texto del Evangelio de Lucas, 20,2738 me viene a la mente el lema de las 4 "CES" para el curso académico 2016-17 de un grupo educativo de nuestra ciudad:

ser Conscientes
ser Competentes
ser Compasivos
ser Comprometidos
 
Si mirásemos más lo que acontece a nuestro alrededor, alzáramos la vista y dejáramos de mirarnos esa hermosa cicatriz de nacimiento, llamada ombligo, descubriríamos que la Naturaleza nos ofrece diariamente lecciones prácticas que pueden ayudar a entender temas tan espinosos, difíciles de entender y no menos complicados de explicar, como el de la RESURRECCION.
 
 
Solo hay que observar, ser Conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor cada Primavera, o incluso si hiciéramos el titánico esfuerzo de mirar sin ver, podríamos llegar a intuir el sentido de las cosas trascendentales que no alcanzamos a entender.
 
Si doy ese primer paso de observar y observarme con plena consciencia, seré capaz de pulir mis defectos y seré mejor persona con el tiempo. Me iré haciendo más Competente.
 
Resucitar lo entiendo como una vuelta a la Vida, pero para ello no es imprescindible estar muerto. Hay mucho muerto andante que precisa despertar de su melancolía, ensimismamiento, renacer, ... y es una pena malgastar un tiempo precioso, esperando a la muerte.
 
Hay que contemplar el amanecer para intuir el sentido del RENACER y descubrir con cada primavera La magia de la RESURRECCION.
 
Y desde esa Consciencia, me voy haciendo más Competente, más Compasivo (conmigo y con los demás), y de ahí al Compromiso solo hay un paso.
 
¡FELIZ RENACER!

MENOS CRITICAR Y MAS CREER (Lc 19, 1-10)

En este pequeño pasaje aprecio tres actitudes importantes y a la vez sencillas de mejora en el ser humano.
 
La primera es que los cambios y mejoras de las personas surgen de dentro de uno mismo, aunque el Hijo de Dios pasara por su ciudad si él no hubiera sentido que algo no está bien, que podía haber otra oportunidad; hubiera sido más cómodo quedarse dentro de su casa, no salir al encuentro...algo ya estaba cambiando en él.Escuchemos a nuestro corazón.
 
La segunda es que cuando queremos algo nos debemos esforzar, poner algo de nuestra parte. El se sube al árbol porque quiere verle, no se conforma y se esfuerza. Después no sólo recibe, también se desprende de lo suyo, quiere restituir el mal que ha hecho. Demostremos nuestro arrepentimiento.
 
La tercera hace referencia al resto de la gente, ¿ por qué no damos más oportunidades a las personas, por qué no creemos en los cambios, en la mejora de sus actitudes ? Toda persona se merece segundas, terceras, cuartas,...oportunidades, nunca se sabe cuántas ; pero si se sabe que seguro que va a merecer la pena volver a intentarlo y dejar de juzgar sin dar opciones y herramientas de mejora a nuestros semejantes. Menos juicios y más fé en las personas.
 
Imitemos la sencillez de Jesús , tendamos la mano a nuestros semejantes sin juzgar su pasado.
 
Yolanda