domingo, 17 de marzo de 2013

VETE Y NO VUELVAS A PECAR (Jn 8,1-11)

Me gusta este evangelio porque me toca de cerca en el día a día. Es fácil juzgar a los demás, de hecho nos sale sin pensar. En cambio nos resulta muy complicado ver nuestros fallos, y mucho más, en el siglo XXI, asumir nuestra culpa. Vivimos en una sociedad en la que buscamos excusas de nuestros actos, evitando la responsabilidad. Nadie asume su culpa. En cambio juzgar nos resulta muy fácil.

Jesús nos da una lección increíble, nos dice ¿quién eres tú para juzgar? Ponte en el lugar del prójimo. ¿Tú nunca te equivocas? Aprende a perdonar y da una oportunidad porque alguien te la ha dado ti. 

Pero va más allá, “vete y no vuelvas a pecar”, sigue adelante que Dios te da una oportunidad. Aprende de tus errores y mira al futuro con esperanza y felicidad. Porque te has equivocado, has aprendido una lección y has reconocido tu culpa. Este proceso te ha hecho mejor persona.

Hoy piensa en el evangelio antes de hablar y de juzgar a alguien, ponte en su lugar, seguro que has vivido una situación parecida. Déjale levantarse y seguir su camino, porque Dios le ha perdonado y le anima a seguir.

domingo, 3 de marzo de 2013

SEGUNDAS OPORTUNIDADES (Lc 13, 1-9)

Esta evangelio me pone triste, me hace pensar y reflexionar que clase de cristiano soy, ¿tengo paciencia? ¿doy segundas oportunidades? ¿Doy frutos? y si los doy ¿que clase de frutos? 

En el evangelio de hoy Jesús nos quiere dar una nueva oportunidad, quiere frutos de nosotros. Todos los días como le sucedía a Jesús nos llegan malas noticias a nuestras vidas, unas lejanas y otras cercanas, y... ¿que hacemos nosotros? Podemos pensar, ¿como es posible que Jesús permita estas cosas? (yo lo he pensado muchas veces en mi vida) o por el contrario preguntarme que puedo hacer yo para que eso no pase, quizás nos sea difícil averiguar la respuesta a la segunda pregunta, pero seguro que podemos dar con ella y empezar a dar frutos.

Yo, nosotros, vosotros, somos cristianos, somos diferentes en esta sociedad y se tiene que notar, no vale con ir a misa todos los Domingos,(que por cierto yo no voy mucho) ¿que fruto podemos dar dentro del templo? mas bien podemos ser una higuera seca.

Nuestra misión esta fuera, que nos de el sol, nos empapemos y así poder dar frutos, no hace falta irse lejos a otros países, podemos ser misioneros aquí en mi ciudad, mi trabajo, mi comunidad, mi familia... tal vez sea una misión sencilla o pequeña pero seguro hará que broten frutos.

Mi misión debe comenzar hoy, para que pronto broten los frutos.