
Jesús nos da una lección increíble, nos dice ¿quién eres tú para juzgar? Ponte en el lugar del prójimo. ¿Tú nunca te equivocas? Aprende a perdonar y da una oportunidad porque alguien te la ha dado ti.
Pero va más allá, “vete y no vuelvas a pecar”, sigue adelante que Dios te da una oportunidad. Aprende de tus errores y mira al futuro con esperanza y felicidad. Porque te has equivocado, has aprendido una lección y has reconocido tu culpa. Este proceso te ha hecho mejor persona.
Hoy piensa en el evangelio antes de hablar y de juzgar a alguien, ponte en su lugar, seguro que has vivido una situación parecida. Déjale levantarse y seguir su camino, porque Dios le ha perdonado y le anima a seguir.