Cuando leí el texto que me tocaba comentar, supe inmediatamente que tenía un problema, ya que el contenido hace referencia a muchos contenidos morales (adulterio, mirar con deseo a una mujer…), advirtiéndonos de una posible condenación.
Antes de la llegada de Jesús, la ley de Moisés permitía que el hombre repudiase a su esposa, casi sin motivo… Es decir había divorcio, algo que según Jesús se había autorizado por la cabezonería de los hombres, pero que Él no aprobaba… Incluso su discípulo Pedro, se atrevió a apuntar, que si esto cambiaba, no tenía a cuenta casarse…
¿Quiere esto decir que Jesús condena los divorcios que se producen hoy día?... Yo entiendo que no… No es razonable que una mujer maltratada, aguante todo tipo de humillaciones, golpes y sufrimiento, hasta el final de sus días (producido muchas veces ese final, por el mismo maltratador)…
¿Entonces como interpreto yo esto?... Yo entiendo (es mi opinión y puedo estar equivocado), que lo que pretendía Jesús al decir esto, era proteger a la mujer… ¿Por qué?... Hay que tener en cuenta, lo que suponía para una mujer, ser repudiada en aquel tiempo… No tan solo por quedar en entredicho ante su comunidad, además era condenada a la más absolutas de las miserias, ya que en una sociedad absolutamente machista como aquella, la mujer no tenía oportunidad alguna…
Todo esto ha permanecido así casi hasta nuestros días… Recuerdo sin ir más lejos, una novela histórica de Toti Mtz. de Lecea, “La herbolera” concretamente, que estando ambientada muchos siglos después de Jesús, rememorando los procesos de la Inquisición por brujería, que sufrió nuestra tierra, ya hablaba de cómo muchas mujeres, al quedar viudas y sin recursos económicos, se veían abocadas a la prostitución… ¡Cuánto peor sería ser repudiada!
Por eso me atrevo a decir, que quizás Jesús, fue el primer feminista de la historia… El primero en defender los derechos fundamentales de los niños (“dejar que se acerquen a mí”) y de las mujeres…
Antes de la llegada de Jesús, la ley de Moisés permitía que el hombre repudiase a su esposa, casi sin motivo… Es decir había divorcio, algo que según Jesús se había autorizado por la cabezonería de los hombres, pero que Él no aprobaba… Incluso su discípulo Pedro, se atrevió a apuntar, que si esto cambiaba, no tenía a cuenta casarse…
¿Quiere esto decir que Jesús condena los divorcios que se producen hoy día?... Yo entiendo que no… No es razonable que una mujer maltratada, aguante todo tipo de humillaciones, golpes y sufrimiento, hasta el final de sus días (producido muchas veces ese final, por el mismo maltratador)…
¿Entonces como interpreto yo esto?... Yo entiendo (es mi opinión y puedo estar equivocado), que lo que pretendía Jesús al decir esto, era proteger a la mujer… ¿Por qué?... Hay que tener en cuenta, lo que suponía para una mujer, ser repudiada en aquel tiempo… No tan solo por quedar en entredicho ante su comunidad, además era condenada a la más absolutas de las miserias, ya que en una sociedad absolutamente machista como aquella, la mujer no tenía oportunidad alguna…
Todo esto ha permanecido así casi hasta nuestros días… Recuerdo sin ir más lejos, una novela histórica de Toti Mtz. de Lecea, “La herbolera” concretamente, que estando ambientada muchos siglos después de Jesús, rememorando los procesos de la Inquisición por brujería, que sufrió nuestra tierra, ya hablaba de cómo muchas mujeres, al quedar viudas y sin recursos económicos, se veían abocadas a la prostitución… ¡Cuánto peor sería ser repudiada!
Por eso me atrevo a decir, que quizás Jesús, fue el primer feminista de la historia… El primero en defender los derechos fundamentales de los niños (“dejar que se acerquen a mí”) y de las mujeres…
Otra cosa es lo que opine sobre los divorcios actuales… Si ya el papa Francisco invita a los sacerdotes a que acojan amorosamente a los divorciados, ahí tenemos la respuesta… ¿No dicen que es su representante en la tierra?...
Poco a poco van cambiando las cosas en la Iglesia, y muchas más se tienen que cambiar, pero eso lo dejaremos para otros comentarios…
Poco a poco van cambiando las cosas en la Iglesia, y muchas más se tienen que cambiar, pero eso lo dejaremos para otros comentarios…
T.C.
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