He tenido mi oportunidad la primera semana de adviento. ¿He vivido una semana de acogida? Ha sido un tiempo de preparación para a alguna persona, de algún modo,… acoger.
Juan el Bautista me llama, nos llama hoy a cambiar y a dar fruto. Muchas veces somos espectadores, nos distraemos con la fácil propaganda de buenos y malos; nos tragamos esos slogan que culpabilizan a los “malos” y que nos dejan tan tranquilos. Hay muchos gritando en su desierto sin que nadie les escuche.
Ante los gritos de silencio de esas personas concretas, cercanas o lejanas, no caben medias tintas, no vale la indiferencia, seamos profetas de esperanza, profetas de la acogida.
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