Una vez más, Jesús utiliza la provocación como acicate para todos nosotros.
El hijo de Dios nos dice que no podemos "servir a dos amos", de la misma forma que no podríamos servir, a un mismo tiempo, a Dios y al dinero. Nos provoca porque no nos gusta ser "siervos"; sin embargo, la mayoría de nosotros sentimos que hemos sido siervos de alguien o de algo en alguna etapa de nuestra vida. Esta provocación nos pone en alerta y nos invita a la reflexión. Y es en este momento cuando Jesús vuelve a la carga y nos alienta para que nos despojemos de todos nuestros deseos más primarios, básicos o materialistas, para, ahora sí, invitarnos a una búsqueda del "Reino de Dios" como vía para que Todos podamos lograr la Felicidad en la Tierra que habrá de conducirnos a compartir la Felicidad con Dios.
Es por tanto, a través de la reflexión en la búsqueda del "Reino de Dios", como Jesús augura para todos Nosotros un estado de bienestar que va más allá del "día a día". El "Reino de Dios", que lo formamos Todos, lo haremos presente cuando todos trabajemos por el bien común, cuando nuestro AMO sea "el amor por los demás, como si de nosotros o nuestra propia familia se tratase". Cierto!, yo también lo estoy pensando mientras lo escribo -QUE DURO!- Pero la reflexión, a la que antes hacía referencia, estoy seguro que ineludiblemente nos lleva a esta aseveración, que es seña de identidad de todo cristiano.
Por todo esto, os invito a que hagamos del "sentido común" algo común en nuestro vivir diario, que nos ayude a buscar esa reflexión cristiana que tiene como meta que aportemos: en la consecución de hacer cada vez más presente ese Reino en el que Jesús quiere que nos despertemos cada día.
Krispin (grupo Atzokoak)
No hay comentarios:
Publicar un comentario