Jesús sabia que enseguida llegaría su hora. Nos ha dejado ejemplos de humildad, bondad y nos ha enseñado a servir, a ayudar a los demás. Si hemos venido con talento y belleza, que no usemos de estas calidades para vanagloriarnos, pero si, para llevar siempre el bien a los que más necesitan o a los pobres y ignorantes.
Sabemos que es difícil seguir los mandamientos de Jesús y sabemos que muchas veces estamos tentados de complicarlos o encontramos disculpas para justificar nuestros errores.
Su vida fue simple, su palabra es simple.
Que su nombre sea glorificado, pues nos ha dado su vida como ejemplo y murió para salvarnos.
Que su nombre sea glorificado, pues nos ha dado su vida como ejemplo y murió para salvarnos.
¿A que esperamos para ser mejores a cada día?
¿A que esperamos para servir a Jesús ayudando el próximo?
Vamos a parar de reclamar y a ponernos en el lugar del que tiene la cruz más pesada que la nuestra.
Vamos a parar de reclamar y a ponernos en el lugar del que tiene la cruz más pesada que la nuestra.
Vamos a arrodillarnos y humildemente agradecer el don de la vida. Que sepamos seguir a Jesús ahora y siempre. Amén
J. y R. (grupo Betania)
No hay comentarios:
Publicar un comentario