domingo, 15 de diciembre de 2013

JESÚS, EL QUE HABIA DE VENIR (Mt 11, 2-11)

Al leer el evangelio de hoy a pesar de toparnos con una llamada de atención a lo que esperábamos sobre la venida de Jesús, me ha traído a la mente, con alegría y sobre todo con ESPERANZA, la imagen del Papa Francisco, su imagen alejándose de la ostentosidad del poder y acercándose a los pobres y débiles. Insistiendo desde su escrito la "Alegría del Evangelio" (entusiasta y afortunado nombre) a cooperar con el desarrollo y la educación, a luchar contra el poder del dinero y la dictadura de la economía. Fijándonos en él y en sus palabras se nos hará más fácil trabajar por los pobres, los preferidos del Señor, y concienciarnos a pesar de las actitudes y políticas egoístas que nos rodean y que con la disculpa de la crisis nos llevan a unas desigualdades vergonzosas e intentan disculpar medidas que limitan los derechos básicos de los más débiles y pobres.

En el evangelio de hoy la señal de que Jesús es verdaderamente "el que había de venir" es que lleva la buena noticia a los pobres y consuela y cura a los marginados, no son señales de trompetas, ropa ostentosa, poderío reconocido y mensajes fáciles de digerir, nos dice que nos confundimos si lo que esperábamos es un Jesús más formal y conformista que nos trae por arte de magia la paz, felicidad, abundancia y éxito sin ver las guerras, la infelicidad y la carencia que hay a nuestro alrededor, no debemos equivocarnos.

El camino del adviento nos lleva a Jesús, el mismo camino que nos lleva al Reino de los Cielos donde todos tienen cabida, donde los más pequeños se harán grandes, y en este camino debemos demostrar que somos una comunidad solidaria y que llevamos la "alegría del evangelio" a los caminantes que nos encontramos en el camino.

J.y M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario