sábado, 3 de mayo de 2014

SER FUENTE DE ESPERANZA (Lc 24,13-35)

Antes de nada me gustaría haceros un guiño a los que leáis estos comentarios, para que participéis de este espacio, expresando vuestras propias opiniones, a fin de enriquecer este espacio de reflexión. Se crearía de esta forma, como dirían los entendidos, un “feed-back” – Yo lanzo algo y otra persona me lo lanza a mí – También se podría llamar diálogo, que es mucho más entretenido que monólogo.

En fin, animaros…   El episodio que me toca comentar es el de la ceguera de dos discípulos de Jesús, que no lo reconocen cuando caminaban de Jerusalén a Emaús, habiendo transcurrido sólo 3 días de su crucifixión. Leí el texto hace unas tres semanas, y de vez en cuando me venían ideas, sensaciones, sentimientos, sugerencias,…y de todo ello, me quedo con el sentimiento de DESESPERACION, DECEPCION, DESILUSION, DESANIMO, DESALIENTO, de DERROTA, que hubieron de padecer los seguidores de aquel hombre –Jesús- , que cometió la osadía de rebelarse a ricos y poderosos, a los altos cargos religiosos de su época, al orden social establecido, a la propia justicia,…

Aquel hombre –Jesús- que supo transmitir como nadie el sentido de las palabras AMOR y PERDON, que prendió la mecha de la ESPERANZA en la gente humilde, en los desfavorecidos, en los marginados, en los desechos de la sociedad. ESPERANZA en un mundo + justo, + amable, + humano, un mundo hecho a la medida de las personas. Y que ese hombre –Jesús- después de ser torturado, acabara ajusticiado en la cruz como un vulgar ladrón,  tras sufrir una larga agonía, supondría un auténtico mazazo en la moral de todos sus discípulos y seguidores.

Sin embargo, el gesto de COMPARTIR el pan es el que cura la ceguera de los discípulos y hace que vuelva, que resucite la ESPERANZA en los corazones. Imagino que ese dar parte de nuestra vida, ese compartir nuestro camino con otra gente, familiares, amigos, desconocidos,… es lo que enciende mechas de esperanza.

Casi siempre buscamos fuentes de esperanza en los demás, y casi nunca pensamos que nosotros, todos y cada uno de nosotros, TU TAMBIEN, podemos, PUEDES, ser esa fuente que alimente la ESPERANZA de familiares, amigos, desconocidos,…

Es por eso que te dejo con este sonido de esperanza en lo que tú esperas y en lo que los demás esperan de ti. -“Wish you were here” - ¡Ojala que estuvieras aquí!  (Pink Floyd)

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