domingo, 24 de mayo de 2015

ASÍ ES EL ESPÍRITU DE DIOS (Jn 20,19-23)

Aire que no se ve pero se siente; ráfaga de viento que mueve y empuja; soplo que es aliento de vida; lenguas de fuego que ponen luz en la oscuridad…

El Espíritu Santo es esa presencia no visible pero viva y perceptible que produce un cambio interior. 

Así lo vivieron los discípulos encerrados, escondidos, callados y con miedo hasta que ese “soplo” les dio fuerza y ánimo para ponerse en marcha y comunicar el mensaje de Jesús.

Y así lo vivo yo en mi vida, siento que me inspira, me guía, me acompaña, me corrige y me sostiene en esos momentos de tristeza y de dudas.

Noto su presencia cuando a pesar de las dificultades, sigo teniendo esperanza, cuando me esfuerzo en las cosas que hago, cuando me comprometo en algo que creo justo y en mi ser de catequista como testigo sencillo de lo que vivo.

Pentecostés me sugiere pluralidad, diversidad y hoy son las elecciones, ¡ojalá nuestros políticos sean capaces de sentir la fuerza del espíritu que les disponga a entender los problemas y las situaciones de los más necesitados!

Dentro de unos días un grupo de adolescentes de nuestra Unidad Pastoral va a confirmarse. Que el Espíritu les anime a seguir fieles al evangelio y dispuestos a seguir caminando.

Así es el Espíritu de Dios, un regalo para asumir nuevos desafíos.

R. A. (grupo +30)

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