El misterio de la Trinidad es un gran reto para mi, en este comentario. Pero empecemos paso a paso.
Jesús cita a sus discípulos, y van todos, aunque “algunos vacilaban”. Cuanto más profundizas en cómo eres cristiano y por qué, te das cuenta de que creer no es fácil. En nuestro caminar hacia Dios, Él también va a nuestro encuentro para hacernos más fácil el camino.
Jesús cita a sus discípulos, y van todos, aunque “algunos vacilaban”. Cuanto más profundizas en cómo eres cristiano y por qué, te das cuenta de que creer no es fácil. En nuestro caminar hacia Dios, Él también va a nuestro encuentro para hacernos más fácil el camino.
Tras recordar que tiene “todo poder en el cielo y la tierra” nos da su mandato: “Id y hacer discípulos”.
No penséis que esto se ha terminado, sino que es el comienzo. Y si te preguntas: ¿hoy y aquí, qué me dice Dios? Si a ti, y a mí. Que seamos activos, que no nos quedemos impasibles frente a la injusticia, que llevemos a todos los momentos y lugares de nuestra vida, su mensaje: el AMOR. Que enseñemos, con nuestro ejemplo, el mensaje de alegría, que llena nuestro corazón. Sin obligar, sin imponer, sino con respeto al prójimo, al hermano.
Pero no nos deja solos en esta tarea, “Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días,...”. Tenemos su apoyo. Si cierras los ojos durante un rato y piensas en tu día a día, puedes notar como tira de ti, para seguir adelante.
Poco os he hablado sobre el misterio de la Trinidad. Posiblemente porque no se puede explicar. En estos años en mi grupo de referencia, he aprendido que Dios se siente, se vive. Y en los momentos difíciles abro mis sentidos para notar como se acerca a mi, para ayudarme a seguir y a vivir en plenitud.
Este evangelio, no es el final, es tan solo el COMIENZO de una nueva historia de amor de Dios, donde el protagonista eres TÚ.
A.A.
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